lunes, 18 de marzo de 2013

Nuevos pasos

Este fin de semana se ha planteado un nuevo paso hacía la autodestrucción, una tasa sobre los depósitos bancarios en Chipre, es curioso ver con que celeridad se ha impuesto por parte de Alemania y como va de lento y pausado el trámite de las tasas a las transacciones financieras o tasa Tobin.

A un sistema como el bancario que sólo funciona mediante la confianza ya que no hay dinero en efectivo para todos los depositantes, le lanzan este torpedo desde tierras germanas en tiempos de incertidumbre con lo que la única y "racional" salida de los depositantes es ir a sacar todo su dinero de los bancos, con lo que la siguiente consecuencia es la quiebra del sistema.

Otra frontera derribada y dejada atrás por parte de la Unión Germana hacia su autodestrucción, se carga la seguridad de los depositantes sobre que sus ahorros hasta cienmil euros estaban asegurados, lo que no se esperaba nadie es que iba a ser el propio gobierno el que se los iba a quitar.

Mal camino es el elegido.

domingo, 17 de marzo de 2013

Rendición y espera

Viendo los resultados de las movilizaciones ciudadanas, los resultados negativos de la economía a la medicina de la austeridad, los resultados positivos en el sufrimiento de los ciudadanos de la Unión Europea y el inmovilismo aún así de los dirigentes europeos, o lo que es lo mismo Alemania, creo que sólo queda retirarse y esperar que los hechos aún mas graves nos afecten lo menos posible, esperando que un rayo de sentido común ilumine a los talibanes de los recortes, austeridad y sufrimiento como solución a una crisis que ha sido acentuada por la incompetencia, espero que no de mala fe, de los dirigentes y clase política que nos ha tocado sufrir.

Espero que antes de que las últimas consecuencias de intentar sanar al enfermo con sangrías lleguen, se cambie el rumbo, porque la última consecuencia de la sangría es la muerte del enfermo, la democracia y la paz europeas están en serio peligro, y la cura mediante muerte no es la solución mas deseable para librarnos de la enfermedad.